Si estás en el tercer trimestre de gestación (desde las 28 semanas), estos son algunos motivos por los que deberías acudir a urgencias:
- Fiebre mayor a 38°C : Una fiebre alta puede indicar una infección que necesita manejo médico urgente, ya que podría afectar a su bebé en su desarrollo.
- Sangrado genital en cantidad igual o mayor que una menstruación : Este tipo de sangrado podría señalar complicaciones obstétricas importantes.
- Disminución o ausencia de movimientos fetales : Tu bebé tiene patrones de movimiento específicos a lo largo del día (después de las comidas, por la noche, etc.). Estos movimientos son un parámetro clave del bienestar fetal. Si sientes que tu bebé se mueve menos de lo "normal", ¡realiza una prueba en casa! Para esto, recuéstate por una hora y haz lo siguiente:
- Agita tu pancita suavemente, como un "terremoto", para ver si reacciona al movimiento.
- Háblale o ponle música para ver si responde a los sonidos externos.
- Come algo, ya sea una comida principal o algo dulce, para que reaccione al azúcar que le llega.
- Para quedarte tranquilo, tu bebé debe moverse al menos 6 veces durante esta hora de evaluación. Si se mueve menos o no hay respuesta, consulte en urgencias.
- Contracciones uterinas regulares y dolorosas que no ceden en reposo : Estas podrían indicar que estás en trabajo de parto.
¿Cómo saber si son contracciones?
- La pancita se pone dura, de arriba hacia abajo, y se asocia a un dolor tipo cólico en la zona pélvica, que puede irradiarse hacia la espalda baja.
- Las características de las contracciones de trabajo de parto son:
- Ocurren cada 4 a 5 minutos.
- Cada una dura aproximadamente 1 minuto.
- Se mantiene así por 2 horas. Una vez que presenten estas características, debes acudir a urgencias.
- Pérdida de líquido por los genitales : Esto puede significar que el saco amniótico se rompe, comúnmente conocido como "romper fuente". ¿Cómo saber si es efectivamente líquido amniótico?
- No puedes estar completamente seguro hasta que te examinen en urgencias y realicen una prueba (como Amniosure) que identifica el líquido.
- Sin embargo, algunas características que sugieren que probablemente sea líquido amniótico son:
- El liquido no tiene consistencia; es literalmente como agua.
- Es una pérdida incontenible por los genitales; no puedes "aguantarlo", a diferencia de las ganas de orinar.
- Puede ser intermitente, con escasa cantidad, o de una vez, tal como se ve en las películas.
- Tiene un leve olor a cloro, aunque algunos pacientes refieren que no huele a nada.
Ante cualquiera de estas señales, no dudes en buscar atención médica de emergencia. Tu salud y la de tu bebé son la prioridad.