El posparto es una etapa intensa, profunda y muchas veces invisibilizada. Tras el nacimiento, el cuerpo de la mujer sigue en transformación: se recupera del embarazo y del parto, se adapta a nuevos ritmos y, con frecuencia, enfrenta molestias físicas de las que no se habla lo suficiente. Desde la kinesiología en salud de la mujer, podemos acompañar esta etapa con herramientas concretas, humanas y personalizadas, para que la recuperación sea respetuosa, funcional y consciente.
El cuerpo ha atravesado un enorme proceso de cambio y, aunque el foco suele estar en el bebé, la mujer también necesita contención y cuidados. Algunas de las razones para consultar con una kinesióloga en esta etapa son:
Cada mujer es única, por eso el enfoque es siempre personalizado. Durante una evaluación kinésica posparto se pueden incluir:
Además, se puede integrar tecnología terapéutica como biofeedback, electroestimulación, radiofrecuencia, láser o técnicas manuales, si es necesario.
No hay prisa. La recuperación postparto no es una “vuelta al cuerpo de antes”, sino un nuevo habitar. Requiere tiempo, compasión y una guía respetuosa. Muchas mujeres sienten por “recuperarse rápido”, pero el foco debe estar en sentirse bien, funcional y conectado con su cuerpo. La kinesiología puede ser una gran aliada para volver a moverse con confianza, retomar tus actividades y prevenir complicaciones a futuro. Tu cuerpo dio vida. Ahora es momento de acompañarlo a sanar, con el mismo amor con el que sostienes a tu bebé.