Las vacunas son sustancias o preparados diseñados para generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. Pueden estar hechos de virus vivos o muertos, o bacterias (preparados para no causar la enfermedad) en cantidades seguras.
Las vacunas, en esencia, le enseñan al cuerpo cómo actuar contra un virus o una bacteria. Es decir, en el momento en que ese agente patógeno ingresa al cuerpo, el sistema inmune ya sabe cómo luchar contra él para "destruirlo" y así crear memoria . De esta forma, si la enfermedad llega a presentarse, el cuerpo sabrá cómo actuar y eliminarla por completo del organismo, o simplemente la enfermedad no se desarrollará.
Sí, sí lo hijo. A pesar de que la leche materna puede contener algunos anticuerpos para ciertos microorganismos, estos no protegen completamente contra la enfermedad. Hay enfermedades que son prevenibles con vacunas y que suelen ser mortales. Con las vacunas, tenemos la opción de no sufrir estas enfermedades.
Sé que a muchas madres les preocupa esto porque han leído que algunas vacunas pueden producir autismo o incluso causar la muerte. Sin embargo, las vacunas son realmente seguras . Existen situaciones donde algunas vacunas no pueden ser aplicadas, por ejemplo, en niños con leucemia o con VIH, pues hay vacunas específicas que no deben ser colocadas si su sistema inmunológico se encuentra comprometido. Las reacciones alérgicas a las vacunas no son muy frecuentes, así como tampoco las contraindicaciones para colocarlas. En algunos casos, puedes escuchar que si el bebé tiene gripe o fiebre no deben vacunarlo; esto realmente no es cierto. Solo que en algunos lugares prefieren prevenir, ya que algunas vacunas suelen causar fiebre y podrían agravar los síntomas.
Recuerda: Cuando vacunas, no solo protege a la persona a la que se le coloca la vacuna, también protege a la comunidad de no contraer la enfermedad y propagarla.